"Nunca caminarás sólo", eso es lo que han debido pensar el más millón y medio de andaluzas y andaluces el pasado domingo 25 de marzo cuando han depositado sus ilusiones y su futuro en un papeleta con el “Puño y la Rosa”, conscientes más que nunca que muchas cosas no se han hecho bien, pero que esperan a que “su” Partido ponga todo de su parte para corregir los abusos y los malos modos instalados en los despachos de San Vicente y de la Junta desde hace tiempo. El pueblo andaluz ha sido reacio a darle la espalda definitivamente al Partido Socialista para entregarse en las manos de una derecha que ni siente, ni respeta, ni quiere a Andalucía, que a pesar de eso ha sido la fuerza más votada en Andalucía por primera vez en unas elecciones autonómicas, pero su victoria pírrica no le sirve para ganar el sillón de San Telmo.
Pero a diferencia de otras ocasiones, el voto de izquierdas también ha ido a parar a IU, con el claro propósito de que con ese voto de castigo a los socialistas, se parase a una derecha que dirigida desde Madrid pretende arrasar con el estado del bienestar construido durante estas tres últimas décadas en Andalucía, ese votante ha creído necesario acudir a las urnas, sabiendo que la abstención beneficiaba claramente a la derecha, y votar a otra fuerza de izquierdas, IU, con el claro propósito de que tanto socialistas como comunistas se pongan de acuerdo en un gobierno de progreso para Andalucía, cualquier otra derivada no sería bien entendida por ese votante que el 25M confió en IU como fuerza política seria y responsable, alejada de su histórico histrionismo. El pueblo andaluz sabio como pocos, ha dicho que no quiere a la derecha instalada en su territorio, que no quiere un PSOE hegemónico del poder y que empieza dar síntomas de claro desgaste y que quiere que IU juegue un papel fundamental en la regeneración democrática de Andalucía apoyando y mejorando las políticas que desde la izquierda se vienen desarrollando en la Junta de Andalucía.
La baja participación con respecto a hace apenas unos meses y tomando como referencia también la anterior cita andaluza, debe hacer reflexionar a todas las fuerzas políticas de lo alejadas que empiezan de las gentes de Andalucía, este dato debería de preocupar seriamente al PSOE, puesto que muchos de los votos perdidos se deben precisamente a esto, así como primera tarea, de cualquier gobierno que cree en la democracia, debe ser recuperar la confianza perdida en las instituciones políticas (partidos, sindicatos y Administración).
El pueblo andaluz ha hablado, ahora le toca a los políticos recoger el guante lanzado, sabedores éstos que no tendrán una nueva oportunidad si terminan defraudando la confianza depositada en las urnas el 25M cuando nuevamente las andaluzas y andaluces decidieron trazar una línea roja en Sierra Morena desde Huelva a Almería.
Gracias Andalucía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario