Las trabajadoras y los trabajadores están empezando a tomar las calles, a ellos se han unido los estudiantes y docentes de la educación pública exigiendo más recursos y menos recortes, los médicos y personal sanitario también están protagonizando movilizaciones, especialmente en aquellas CC.AA. que están abusando de la tijera en los servicios públicos fundamentales, pero de todos estos miles de ciudadanos comprometidos el gobierno del Partido Popular se está riendo, pues no dejan de ser una minoría, multitudinaria si se quiere, pero minoría al fin y al cabo frente a los millones de votos obtenidos el 20 de noviembre, así que donde verdaderamente se le hace daño al PP es en las urnas, y el 25 de marzo se presenta como la mejor oportunidad para que en Asturias y en Andalucía, todos y todas paremos esta marea azul que amenaza con arrasar, cual caballo de Atila, con todos los derechos sociales y laborales conquistados por los ciudadanos durante los últimos 35 años de democracia.
En las calles tenemos que gritar que el camino emprendido por la derecha española buscando el “Santo Grial” de la competitividad, no pasa por perder los derechos de los trabajadores, para convertir a estos en esclavos, como bien conocemos en Andalucía, sino que la competitividad se consigue modernizando la administración, especialmente la de justicia, abandonada a su suerte desde hace años, apostando por empresas que inviertan en I+D+i y no por aquellas que sólo buscan un beneficio rápido y a costa de cualquier cosa.
Un gobierno de mentiras, sólo puede ser frenado en las urnas. Si bien el anterior gobierno socialista de Zapatero tuvo su incidencia en el desempleo, sería injusto decir que su acción de gobierno fue la desencadenante de la misma, por el contrario el Decreto Ley aprobado por el Gobierno de Rajoy sí que tendrá una gran incidencia en la subida del desempleo, pues facilita las condiciones para que empresarios sin escrúpulos despidan a trabajadores con salarios “dignos” y comiencen a sustituir a éstos por otros mucho más económicos y a ser posible subvencionados por todos. Los votantes del PP que sean empresarios estarán dando saltos de alegría, jamás podían pensar una reforma laboral en los términos planteados, ahora bien aquellos votantes del PP que estuvieran desempleados o que viesen como su puesto de trabajo estaba en peligro, habrán sentido una gran frustración por la Reforma emprendida.
Los asturianos y andaluces tienen el 25 de marzo el poder y la obligación de decirles al Gobierno del PP alto y claro: NO, y sólo entenderán ese no si sus opciones de gobierno se quedan reducidas sólo a las encuestas publicadas, ya que de ser el resultado favorable a sus intereses, por mucha contestación que haya en las calles a las medidas adaptadas por el Gobierno de Rajoy, se le estará dando el poder absoluto para que haga con nuestras vidas lo que les vengan en ganas.
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