viernes, 19 de agosto de 2011
El necesario debate de las Diputaciones Provinciales
Nuestro candidato a las Elecciones Generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha planteado la supresión de las Diputaciones Provinciales abiertamente, aunque en un primer momento no se mostró tan tajante, ayer, 18 de agosto, dejó más clara su postura y afirmó que “entre quitar maestros o médicos y quitar diputados provinciales, yo prefiero quitar los diputados provinciales”.
Dentro de la familia socialista hay opiniones encontradas sobre este asunto, desde los abolicionistas a los defensores a ultranzas de estas instituciones decimonónicas; pero ciertamente con el Estado de las Autonomías actualmente vigente en España, parece que no tienen mucho sentido el mantener estas instituciones en su actual estado, ya que las CC.AA. tienen la gran mayoría de las competencias supramunicipales y por otra parte los grandes ayuntamientos no necesitan del apoyo de las Diputaciones para ofrecer servicios de calidad a sus vecinos.
A favor de las Diputaciones habría que decir que actúan como institución principalmente al servicio de los municipios más pequeños y sin la labor que estas desempeñan habría municipios que no pudrían hacer frente a ciertos servicios vitales para el desarrollo de sus localidades.
Ahora bien ¿es necesario tener una estructura administrativa tan compleja como lo son las diputaciones para ofrecer esos mismos servicios?, ¿no podrían ser asumidos éstos por las CC.AA. a través de sus respectivas delegaciones del gobierno en cada una de las provincias?, ¿no podrían los municipios agruparse por comarcas para desarrollar esos territorios desde la solidaridad entre ellos y ofrecer unos servicios de mayor calidad y más cercanos a los ciudadanos?, ¿Tenemos que asumir las actuales límites provinciales tal y como vienen siendo desde el Siglo XIX?...
Vivimos tiempos muy complejos, donde las soluciones anteriores ya no son válidas, quizás ha llegado el momento de debatir en profundidad la organización política que queremos para España y el papel que deben de jugar en este país el Estado, las CC.AA. y los municipios.
El PSOE está falto de debate interno, su militancia sólo hace acatar y aplaudir las ideas que son paridas por sus dirigentes, sin el necesario debate interno que se deben de producir en las agrupaciones locales y casas del pueblo, quizás este sería un magnífico comienzo para volver a la senda que no se debió de haber abandonado y propiciar el encuentro de distintas opiniones para llegar a un acuerdo de qué es lo que se debe de hacer sin entrar en que es lo que nos conviene ni personalmente, ni electoralmente, sino simplemente que es lo mejor para nuestro país.
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Administración central, autonómica, diputación, mancomunidades de municipios y ayuntamientos... en ocasiones hasta 5 instituciones implicadas en tareas comunes, en ocasiones sin coordinación y a veces incluso compitiendo entre ellas... ¿es realmente todo esto necesario? La apuesta por la prevalencia de unas u otras instituciones es necesaria. O bien desaparecen las diputaciones o bien se agrupan los municipios más pequeños (menores de 1000 habitantes, por ejemplo) o se buscan alternativas más efectivas. No se puede estar pidiendo mayor implicación del Estado en materia urbanística, por ejemplo, cuando las competencias están en manos de ayuntamientos. O apostamos por un modelo o por el otro, o terminamos cayendo en los "pelotazos" especulativos como los vividos recientemente. Personalmente abogo por la desaparición de las diputaciones en las autonomías grandes que se caracterizan por tener municipios poblados. Sin embargo en aquellas autonomías con muchos municipios muy pequeños optaría por la fusión de estos o bien el mantenimiento de las diputaciones a costa de restar competencias de la autonomía.
ResponderEliminarLa propuesta que ha puesto sobre la mesa Rubalcaba es suprimir las Diputaciones, pasar sus presupuestos y funcionarios a las CC.AA. para seguir desarrollando el mismo trabajo pero a priori más coordinado por una única administración; y eliminar los puestos políticos con el consiguiente ahorro a las arcas públicas. Yo apoyo esta propuesta y me gusta la valentía de Rubalcaba en este asunto, a sabiendas de que hay compañeros que se pudieran sentir incómodos con la misma.
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